viernes, 21 de octubre de 2011

Un Nuevo Modelo Productivo para Venezuela



Como consecuencia de la lucha que sostiene el gobierno bolivariano del presidente Chávez contra las políticas neoliberales heredadas de la cuarta República, se han decretado nacionalizaciones de algunas entidades bancarias, empresas básicas estratégicas, de recursos naturales, declaradas de utilidad pública, en bancarrota o mala administración, etc. La preocupación que existe es el riesgo de que la revolución presente características o pueda devenir en un capitalismo de Estado, producto de la propiedad y administración de muchas empresas con lo que llegaría a tener el control de una buena parte de la economía. “Toda revolución donde los principales recursos naturales están en manos del Estado corre el riesgo de derivar en una forma de capitalismo de Estado. Los problemas de ineficiencia, clientelismo, paternalismo, adoctrinamiento y corrupción son inherentes a este modelo.” El Troudi, Monedero (2006). Ante esta situación procede tomar medidas que permitan solventar la amenaza que significaría el enorme riesgo de un Estado que sobredimensione su función reguladora de la economía. “Para evitar que gradualmente el Estado venezolano, administrado por la revolución bolivariana, tome cauce hacia una modalidad de capitalismo de Estado, se ha de profundizar en dos aspectos medulares, a saber: la participación popular y la adopción de un nuevo modelo productivo.” (ob.cit.) 
En cuanto al rol de la participación popular, importante es la comunidad organizada, a través de los consejos comunales, ejerciendo la contraloría social y la corresponsabilidad en la formulación, ejecución y evaluación de políticas públicas. 
En lo que tiene que ver con la adopción de un nuevo modelo productivo, el Estado deberá fomentar empresas de cogestión, autogestión, control obrero y empresas de producción social. Para tal efecto, el 2 de diciembre de 2007 se realizó un referéndum para reformar la Constitución Bolivariana de Venezuela. Por un escaso margen, no se pudo aprobar la reforma constitucional, que perseguía, entre otros propósitos, darle rango constitucional a un nuevo modelo productivo socialista. Los venezolanos estamos conscientes de que el actual modelo productivo capitalista no es compatible con los ideales de la revolución que queremos, esto es, con el proyecto nacional que nos hemos trazado, a partir del momento en que decidimos que el socialismo era el sistema económico alternativo capaz de reemplazar al modo de producción capitalista explotador, depredador y destructor de la naturaleza. Sin embargo, la lucha continúa y no desistiremos en nuestro intento de cambiar un modelo productivo economicista que tiene como único fin la preponderancia del capital sobre la humanidad y el planeta en que vivimos, por otro modelo productivo que tenga como centro al hombre y a la naturaleza. Un nuevo modelo productivo visto desde otra dimensión política desde el punto de vista de las relaciones de poder. Un modelo que tenga en cuenta la satisfacción de las necesidades básicas de las personas, que promueva el bienestar y la calidad de vida, la distribución del ingreso, que ataque la pobreza y la exclusión social. Un modelo donde las relaciones con otros países estén basadas en los principios de reciprocidad, solidaridad, cooperación, complementación y sustentabilidad.
Las empresas de producción social surgidas de un nuevo modelo productivo han ser entidades económicas dedicadas a la producción de bienes, obras y servicios, en las cuales el trabajo se regirá bajo otra concepción, no alienado y genuino. No habrá lugar para la discriminación social en el trabajo, sea cual fuere el tipo de trabajo. 
Es importante destacar la importancia que tiene el hecho de que las comunidades lleven a cabo seguimiento y control de toda la cadena de comercialización desde que el producto es suministrado por las empresas de economía social, los intermediarios hasta el consumidor final. Esto ha de ser así, dado que existe el riesgo de especulación por parte de los revendedores que distribuyen el producto.
Desde el punto de vista económico, se hace imprescindible en Venezuela la institucionalización de un nuevo modelo productivo socialista que trascienda la renta petrolera, que redimensione nuevas relaciones de producción y consolide una cultura política desde la que se impulse y se oriente una economía de mercado socialista y liberadora.

No hay comentarios: